jueves, 26 de febrero de 2009

26 de febrero: Día de contar cuentos

Encontré por ahí un listado de festividades raras.
Hoy es el "Día de contar cuentos".

Si pienso en cuentos no puedo evitar pensar en Cortázar. Así que les dejo uno de él, originariamente escrito para niños (en concreto para dos niños: los hijos de su amigo, el pintor y poeta Eduardo Jonquières) en 1952.

Discurso del oso

Soy el oso de las cañerías de la casa, subo por los caños en las horas de silencio, los tubos de agua caliente, de la calefacción, del aire fresco, voy por los tubos de departamento en departamento y soy el oso que va por las cañerías.
Creo que me estiman porque mi pelo mantiene limpios los conductos, incesantemente corro por los tubos y nada me gusta más que pasar de piso en piso resbalando por los caños. A veces saco una pata por la canilla y la muchacha del tercero grita que se ha quemado, o gruño a la altura del horno del segundo y la cocinera Guillermina se queja de que el aire tira mal. De noche ando callado y es cuando más ligero ando, me asomo al techo por la chimenea para ver si la luna baila arriba, y me dejo resbalar como el viento hasta las calderas del sótano. Y en verano nado de noche en la cisterna picoteada de estrellas, me lavo la cara primero con una mano, después con la otra, después con las dos juntas, y eso me produce una grandísima alegría.
Entonces resbalo por todos los caños de la casa, gruñendo contento, y los matrimonios se agitan en sus camas y deploran la instalación de las tuberías. Algunos encienden la luz y escriben un papelito para acordarse de protestar cuando vean al portero. Yo busco la canilla que siempre queda abierta en algún piso; por allí saco la nariz y miro la oscuridad de las habitaciones donde viven esos seres que no pueden andar por los caños, y les tengo algo de lástima al verlos tan torpes y grandes, al oír cómo roncan y sueñan en voz alta, y están tan solos. Cuando de mañana se lavan la cara, les acaricio las mejillas, les lamo la nariz y me voy, vagamente seguro de haber hecho bien.

3 comentarios. ¿Te vas a ir sin dejar el tuyo?:

  1. El Chancho dijo...
  2. No existe un antes de Cortázar... todo parece empezar en él

    que maestro...!

    Siempre aprendo algo nuevo en tu blog, Poulette

    gracias!

  3. El Chancho dijo...
  4. ah lo del tatuaje en chino se ha vuelto mi anécdota del mes, siempre citando la fuente lógico!

  5. Poulette dijo...
  6. Jaja, "la anécdota del mes"...
    ¿como en Mc Donalds?